EN 1934, en un contexto marcado por la depresión económica causada por el crack bursátil de 1929 en Estados Unidos y la inestabilidad política existente en España por el fracaso de la República, un sacerdote llamado Josemaría Escrivá escribe en el punto nº 301 del que será su libro más conocido y difundido, "Camino", que "estas crisis mundiales son crisis de santos". Me parece que este diagnóstico se puede aplicar perfectamente a la situación actual de crisis económica, financiera y política, especialmente en la vieja Europa (seguir leyendo)