El coro de voces que vienen desde años pidiendo al gobierno de Obama un cambio en su política de exportación de UAVs ha venido incrementando su presión en los últimos años, argumentando que carece de sentido prohibir la venta de un sistema Predator para misiones ISR a un país que ya cuenta con aviones F-16. Finalmente han conseguido su objetivo, y el pasado 17 de Febrero ha sido aprobada una enmienda a la normativa que regula el comercio exterior de aviones no tripulados para uso militar. La enmienda surge en este caso como consecuencia del interés que la administración Obama está poniendo en equipar a sus aliados al objeto de asumir mayores responsabilidades en la guerra global contra el terrorismo, y si bien contempla como hasta ahora condiciones estrictas para la venta o transferencia de UAVs armados, permite sin embargo su exportación a países aliados pero sólo cuando vayan encaminadas a la "mejora de sus capacidades operativas".