"Al anochecer, estando yo en mi celda -escribe en el Diario- vi al Señor Jesus vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. (...) Despues de un momento, Jesus me dijo: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío (Cfr.: Diario de Santa Faustina Kowalska, 47). Quiero que esta imagen (...) sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia" ( Cfr.: Diario de Santa Faustina Kowalska, 49)
"Deseo -dijo el Señor Jesus- que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores ( Cfr.: Diario de Santa Faustina Kowalska, 699). Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi Misericordia. Si no adoran Mi misericordia morirán para siempre" ( Cfr.: Diario de Santa Faustina Kowalska, 965).
"Quien se acerque ese día a la Fuente de Vida (los sacramentos de la penitencia y de la eucaristía) recibirá el perdón total de las culpas y de las penas" ( Cfr.: Diario de Santa Faustina Kowalska, 300). "Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre aquellas almas que se acercan al manantial de Mi misericordia; (...) Que ningún alma tenga miedo de acercarse a Mi, aunque sus pecados sean como escarlata" ( Cfr.: Diario de Santa Faustina Kowalska, 699).
"Una vez vi al Señor que me decía: [...] No encontrará alma alguna la justificación hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia." (Diario, 570)