Esta mañana se han suspendido durante cierto tiempo las operaciones programadas en el aeropuerto internacional Ben Gurion, tras detectarse una aeronave sospechosa sobrevolando la parte dentral del territorio israelí.
El incidente tiene lugar tan solo cuatro días después de que aviones de la Fuerza Aérea Israelí derribaran un UAV no identificado que había entrado en el espacio aéreo meridional de Israel, presumiblemente lanzado por Hezbollah para realizar una misión de espionaje sobre el complejo nuclear cercano a Dimona.
Dadas las amenazas lanzadas el pasado mes de febrero por el líder de Hezbollah, y su intención expresa de atacar Tel Aviv, se decidió detener todas las salidas y llegadas hasta que la Fuerza Aerea confirmase que no se trataba de una aeronave hostil. Tras una corta pero tensa espera, las operaciones fueron reanudadas con toda normalidad.