A medida que la tensión se recrudece tras el lanzamiento de un UAV espía sobre territorio israelí, el Tzahal está decidido a practicar las lecciones aprendidas en la Segunda Guerra del Líbano, definiendo más claramente sus objetivos militares.
El UAV de fabricación iraní lanzado por Hezbollah desde el sur del Líbano, ha servido como un recordatorio del complicado equilibrio de fuerzas disuasorias entre Israel y Hezbollah. Por ello el Ministerio de Defensa continúa manteniendo ocultos los resultados de la investigación relativa al UAV derribado.
Aparentemente, el UAV no era un UAV armado, sino un UAV de reconocimiento y vigilancia lanzado con el propósito de fotografiar objetivos militares sobre territorio israelí, así como de poner a prueba la capacidad de respuesta de los israelíes y reforzar la credibilidad acerca de la capacidad y posibilidades de Hezbollah.