La industria de los UAVs no cesa en su discreto acercamiento a las diferentes actividades del sector civil, entre las cuales destacan las actividades relacionadas con la agricultura.
Se estima que los UAVs pueden reportar beneficios tanto alas granjasgrandes como a las pequeñas: Las pequeñas explotacionespuedenahorrar dinero yrecursos a través deuna mayor precisión, mientras que las grandesgranjaspueden mapearla saludy rendimiento del cultivo de grandes áreascon mayor facilidad.
Tradicionalmente, la monitorización de cultivos se ha venido haciendo a pie, tomando nota de la simple observación del terreno y determinando qué areas necesitan más agua o más fertilizante. Sin embargo, con la llegada de las técnicas de agricultura de precisión la recogida de datos en zonas remotas se ha convertido en una tarea vital para muchas explotaciones, y a día de hoy se emplean tecnologías tales como las siguientes:
Mediante satélites y avionetas es posible realizar fotografías con infrarrojos para determinar la distribución y el movimiento del agua, así como la presencia de malas hierbas.
Mediante sensores térmicos es posible medir la temperatura ambiental en los cultivos, y determinar con antelación si existen riesgos potenciales para la explotación.
Mediante cámaras multiespectrales ubicadas en los tractores pueden tomarse imágenes en tiempo real a medida que el tractor va recorriendo los cultivos.
Pero a partir de ahora los UAVs van a hacer su entrada en escena gracias a la posibilidad de ofrecer imágenes bajo demanda, a un coste mucho menor que mediante las técnicas antes descritas. Esto no es algo que va a venir sino algo que ya está presente, mediante UAVs como los siguientes:
CropCam: Equipado con una cámara digital Pentax, puede manejarse manualmente o puede ser preprogramado para seguir una ruta haciendo fotografías.
Airrobot ARB100-B. Se usa en Francia para tareas de vigilancia agrícola.
Yamaha RMAX: Son los mejores para agricultura. Cuestan en torno a 125.000 dólares la unidad, y hoy día se utilizan 2.400 de estos aparatos en granjas de Japón, Corea del Sur y Australia.
Muchos UAVs tienen problemas cuando se presentan rachas de vientos y condiciones atmosféricas adversas.
Sin embargo, este no es el caso de SkyRanger: Este pequeño UAV se monta y desmonta en cuestión de segundos y resiste sin problemas tanto fuertes vientos como temperaturas extremas.
En el aire, permanece estable aún con vientos de 40 mph (65 km/h), pero es capaz de resistir sin problemas incluso rachas de 55 mph (90 km/h). En cuanto a la humedad, ésta no presenta problemas pues todo el interior va sellado, y en cuanto a temperaturas aguanta sin problemas desde -30 ºC hasta +50 ºC.
EsteUAVfue hecho para eltrabajo de campo, por lo quela mayoría de suspiezasexteriores (batería, brazos, etc)pueden ser sustituidadsin necesidad de herramientas. El conjunto completo pesa tan sólo 2,4kg yes capaz de permaneceren vuelodurante 50 minutoscon una sola carga. En cuanto a su manejo, un sólo operador puede pilotar el SkyRanger con una Estación de Control Terrestre tipo tablet, usando sencillos controles tactiles para programar una ruta de vuelo o para visualizar las imágenes captadas por la cámara de a bordo.
Hablando de cámaras, AeryonLabstambiénha incluidoun sistema de ópticaque albergatantouna cámara luz día que capturavideo HD y fotos de 15 Megapixels, como unacámara de infrarrojosque registravídeo a 640x480pixels e imágenes fijas.Los controlesy las imágenesse transmitena travésde una red encriptada AESde256 bits, a una distancia máxima de1,9millas(3 km).
El Ministro de Defensa Jean-Ives Le Drian afirma que Francia está buscando UAVs de última generación para llevar a cabo misiones de inteligencia y eventualmente de combate. El armamento con que cuenta Francia está anticuado y la reciente intervención militar en Malí ha dejado tan patente su deficiente stock de UAVs adaptados a la guerra del siglo XXI, que ha sido Estados Unidos quien ha tenido que prestarle sus UAVs con base en Niger para llevar a cabo misiones de inteligencia.
"Necesitamos disponer a corto plazo de esos aparatos. Hay actualmente dos países que construyen UAVs: los Estados Unidos e Israel. Estamos en negociaciones con cada uno para comprar algo de manera inmediata." dijo Le Drian en el canal de TV iTele. Por su parte, el diario Le Monde ha revelado que Francia ha recibido la aprobación del Pentágono para comprar dos UAVs General Atomics MQ-9 Reaper, y que la venta sólo necesita ya el respaldo del Congreso. El periódico añadió que Francia está negociando la compra de entre cinco y siete Reapers por 300 millones de euros. El objetivo según Le Monde es desplegarlos en Mali antes de que finalice este año.
La industria aeroespacial israelí se encuentra actualmente en franca expansión, gracias al uso creciente de aviones no tripulados. Actualmente factura una media de 400 millones de dólares anuales, y los expertos predicen que a partir de 2050 podrían ver la luz nuevos UAVs de combate que reemplacen a los cazabombarderos tripulados que se usan en la actualidad.
La demanda internacional de UAVs "made in Israel" está experimentando una expansión extraordinaria, cuyo boton de muestra es la empresa Israel Aerospace
Industries (IAI) que cuenta con cientes de UAVs pertenecientes a 49 países. No en vano Israel exporta el el ochenta por ciento de todos los UAVs que fabrica, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta que ha sido un país pionero en I+D+i de UAVs.
¿Constituyen la base de los futuros desarrollos militares de Israel? Cabe suponer que así será: De acuerdo con Daniel Nisman, experto en inteligencia de Max Security Systems, "As long as there's a human controlling these things, they may as well be in the
cockpit or they can be in the edit desk. If you are entering a village with a troop contingent, a drone hovering
overhead can pinpoint the areas where there are combatants and can pinpoint the
areas where there are civilians, and simply help to make sure that these
casualties are lessened."
Como ya comenté en artículos anteriores, el uso privado de UAVs está en curva ascendente. Una de las últimas aplicaciones de las que he tenido noticia es el de usarlos para la detección de animales en tareas nocturnas de caza.
En el caso que he conocido, el usuario fue un granjero de Louisiana harto de que los cerdos salvajes le destrozasen los sembrados durante la noche. Hay que tener presente que un cerdo salvaje no tiene depredadores y se reproduce teniendo hasta 11
crías 2 veces al año. En Louisiana
existe un grave problema pues son ya una plaga y la única forma de controlarla es mediante la caza, que no siempre resulta fácil:
"Cazar cerdos salvajes cabreados y peligrosos durante la noche es algo realmente duro: De entrada, verlos es casi imposible y te tienes que limitar a caminar, escuchar, quedarte quieto, y si tienes suerte dispararles. A veces puedes perder toda la noche, pues elegiste una zona errónea o simplemente los cerdos decidieron no acudir. Este año decidí cazar de una manera más inteligente y me fabriqué un UAV dotado de cámara para infrarrojos. De esta manera he conseguido acabar con las plagas de cerdos en menos tiempo que nunca."
Según las estimaciones de la FAA (Administración Federal de Aviación - Federal Aviation Administration) el nímero de UAVs activos parara el año 2030 y en el espacio aereo estadounidense se medirá en decenas de miles de unidades.
Steve Markofski, planificador de negocio en Yamaha, ha ido más allá y vaticina que, al igual que en Japón, los UAVs se emplearán masivamente para tareas agrícolas tales como el rociado selectivo de fertilizantes o herbicidas en zonas concretas que así lo requieran. “En Japon, el UAV RMAX tiene más en comun con un tractor que con un helicóptero,” dice Markofski, acerca del helicóptero controlado remotamente que ha venido siendo utilizado en ese pais durante las últimas dos décadas.
Se espera que la agricultura sea uno de los mayores mercados potenciales de UAVs en los Estados Unidos, cuando a partir de 2015 entre en vigor el reglamento de uso de UAVs en el sector civil. En Arizona, donde miles de personas trabajan ya desarrollando y produciendo UAVs, nuevos mercados podrían significar nuevos empleos. A este respecto, la AUVSI (Asociación Internacional de Vehículos No Tripulados - Association for Unmanned Vehicle Systems International) predice una alta demanda de UAVs agrícolas que serán capaces de rociar cultivos con herbicidas y pesticidas y ofrecer acceso a datos en tiempo real sobre la salud de la plantación que estén sobrevolando. “El caso de la agricultura de precisión es uno de tantos casos basados en la eficiencia económica,” dice Darryl Jenkins, autor del informe de Marzo publicado por la Asociación. Para Jenkins, los UAVs serán utilizados para inspeccionar grandes granjas e identificar areas que necesiten fertilizantes y pesticidas. Actualmente estas tareas se están llevando a cabo mediante aviones o helicópteros, pero los UAVs harán más asequibles y accesibles estas tareas.
Robert Blair, agricultor de trigo en Idaho, empezó a interesarse por los UAVs en 2006 como una posible solución para inspeccionar los campos, tras pagar elevadas cifras subcontratando servicios de inspección aerea mediante avionetas y tener que esperar semanas para recibir los resultados de las inspecciones. Tras algunos experimentos con un kit de UAV, decidió construirse uno propio. El resultado es un UAV que pesa menos de 4,5 Kg., tiene una envergadura de 2,74 metros, y le proporciona información en tiempo real sobre enfermedades, malas hierbas y agua en sus 607 hectáreas, que de otra manera le sería imposible de obtener: "Es más barato, rápido, confidencial y divertido inspeccionar el estado de salud de mis campos desde mi propia casa mediante mi propio UAV, que contratar una avioneta y su piloto para realizar el mismo trabajo". Aún cuando la FAA prohiba los vuelos para propósitos comerciales, quedará libre su uso para propósitos de entretenimiento, lo cual podría encajar con las actividades que lleva a cabo Blair cuando sobrevuela sus campos con el UAV. Desde que ha visto claros los beneficios de la agricultura asistida por UAVs, ha formado junto con otros agricultores un lobby para presionar a la FAA con el objeto de que el uso de UAVs en actividades agrícolas esté asegurado en el futuro reglamento. Blair afirma estar frustrado por cómo se están llevando a cabo las modificaciones legislativas en su país: "Parece mentira que el país que desarrolla la tecnología tenga que soportar una burocracia que no le permite utilizarla,"
Tanto Blair como la AUVSI apuntan a Japón como el modelo a seguir en el uso de UAVs para agricultura. "Allí funciona muy bien porque el ministerio de agricultura prefirió permitir su uso antes que prohibirlo". Markofski afirma que en su momento el ministerio identificó como un problema el envejecimiento de la población dedicada a la agricultura y decidió afrontarlo mediante la investigación y desarrollo de nuevos sistemas que pudiesen despertar el interés de potenciales jóvenes agricultores. A tal efecto, se encargó a Yamaha el desarrollo de un UAV en 1983. El proyecto vería la luz en 1991 con un helicóptero no tripulado concebido para rociar herbicidas y ferltilizantes. La intimidad no era una preocupación en aquel tiempo, ya que la agricultura era el único uso del UAV. En la actualidad se los conoce bajo la denominación comercial RMAX, y son alquilados para tareas de fumigación. Su aplicación en la agricultura de precisión constituye en Japón un factor clave, ya que las plantaciones suelen medir en torno a 2 hectáreas y usar un helicóptero tripulado resulta caro y en cierta medida peligroso dado el riesgo de que el producto a fumigar caiga sobre los hogares más cercanos. Desde que los UAVs fueron utilizados por vez primera, su uso ha experimentado una imparable expansión pasando desde 40.000 hectareas en 1991 hasta más de un millón de hectáreas en la actualidad, lo que supone en torno al 40% de todos los campos de arroz del país. Yamaha exporta su UAV actualmente a Corea del Sur, y tiene previsto comenzar su exportación hacia Australia a finales de este año. Markofski dice que la empresa espera introducirse con fuerza en los Estados Unidos a partir de 2015, ya que se prevé una demanda masiva por parte de agricultores de pequeñas y medianas plantaciones de vides, pistachos y almendras.
Jenkins predice que habrá más oportunidades para emprendedores interesados en producción y venta de pequeños UAVs y servicios asociados. Uno de ellos es Rory Paul, que ha fundado Volt Aerial Robotics en Missouri con la esperanza de usar UAVs para vuelos de reconocimiento agrícola. Paul diseña y vende UAVs, y vislumbra una interesante oportunidad para la agricultura de precisión: "Sólo con que cada agricultor se ahorre un 1% en sus costes de herbicidas y fertilizantes el negocio está asegurado, pues estamos hablando de un ahorro de miles de millones de dólares mediante el uso de esta tecnología," afirma Paul.
La FAA tiene previsto desarrollar un reglamento para el uso civil de UAVs que podría ver la luz a finales de 2015, y que podría catapultar las ventas de UAVs hasta las 30.000 unidades anuales. La carrera ha comenzado y las principales empresas del sector están preparandose para atender una previsible demanda de UAVs pequeños y baratos concebidos para una amplia gama de aplicaciones en el sector civil, si bien estas empresas preven que el uso principal se oriente en una primera fase hacia tareas de seguridad privada, y en una segunda fase hacia actividades relacionadas con la agricultura.